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El 2 de Agosto no es un día más en el calendario para el deporte peruano, tan raleado y desprovisto de conquistas internacionales de trascendencia. Quizás los términos son algo ofensivos, aunque sí reales, porque históricamente no podemos mostrar gran cosa. El 2 de Agosto, dentro de esta precariedad, la estadística apunta a lo más alto. Fue en 1948, o sea hace 72 años, cuando Edwin
Vásquez Cam ganó oro en los Juegos Olímpicos de Londres.Vásquez era un hombre de corta estatura, de pocas palabras, no muy adicto a los homenajes, en determinada ceremonia cuando se celebró un aniversario más de esa épica jornada, lo ví derramar algunas lágrimas porque se le reconocía, y con mucha razón, como un deportista único, capaz de darle a su patria una satisfacción de tanta dimensión. Recordaba el ingeniero Vásquez Cam, en voz alta y entrecortada, que la mañana aquella en Londres el clima era frío, brumoso, caía una molestosa llovizna, por añadidura disparó con arma prestada para adjudicarse el primer lugar en la prueba de pistola libre. Su amor por el tiro y por el Perú lo llevó a un triunfo inimaginable.
Nunca más Perú sumo una medalla dorada en citas olímpicas. Las tres restantes fueron de plata. Pancho Boza en tiro, modalidad fosa en 1984 en Los Ángeles, el equipo femenino de vóley en 1988 en Seúl y Juan Ghia en tiro, modalidad skeet en 1992 en Barcelona. Todos los demás son intentos fallidos y nos quedamos con las manos vacías. En un año veremos como nos va en Tokio.
