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En Argentina las autoridades del fútbol no lanzan aún la fecha del reinicio de sus actividades. En Chile la pandemia ha puesto la cosa muy fea y el tema no es tratado con precisión. En Paraguay ya se ha informado que el 17 de julio la pelota volverá a rodar. Aquí se anuncia que la liga 1, es decir, el torneo Apertura se reengancha el 31 de Julio con la jornada número 7. En todos los casos sin público en graderías.La única razón válida para que ello ocurra, dar luz verde a los campeonatos, estriba en los “derechos de televisión” que deben ser honrados por los clubes, otra razón no podría existir en virtud que todos los equipos vivirán por muchos meses más, casi exclusivamente, de estos ingresos. También es pertinente reconocer que otro tanto cuenta con sponsors, con cifras muy variadas. Chicas o grandes pero hoy muy necesarias.Un buen número, sino todos, ya cobró por adelantado los derechos televisivos. Hay un grupo de cuatro clubes en nuestro fútbol rentado que no tienen firmado nada con el cable y por lo tanto, no pueden hacer frente a sus obligaciones y su única esperanza es que su público responda cuando se reabra el campeonato, por cierto, con aficionados en los estadios.Menudo problema. Jugar en Lima y proseguir el torneo en estas condiciones es sólo porque el cable ha puesto las exigencias sobre la mesa y no hay otro camino. Cierto es que se trata de un escenario impensado, no imaginable jamás, pero que estamos en la necesidad de afrontar. Mientras tanto poco puede decirse de los torneos internacionales como la Libertadores y la Sudamericana que siguen en prolongada cuarentena.
