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Información oficial de la Federación Internacional de Voley Ball (FIVB) ubica a Perú en el puesto 29 en el ranking mundial de la rama femenina lo que no tiene antecedentes en la historia de este deporte, que ha sabido consagrarse nueve veces como campeón sudamericano, un segundo y un tercer puesto en mundiales de mayores, subcampeón mundial juvenil, amén de subcampeón olímpico en los juegos de Seúl 1988.
La lista de otros tantísimos logros es interminable.Identificado con las grandes faenas, jornadas memorables frente a los más pintados, respirándole en la nuca a la élite, haciendo añicos a rivales categóricos, el voley peruano ha señalado un rumbo nunca igualado por otro deporte colectivo, dando alegrías por doquier, colocando muy en alto el nombre del Perú y de nuestras mujeres deportistas entregadas de alma y corazón al deporte de la “net alta”.
Pero hoy la historia es estremecedora. Meses atrás caímos ante Chile en un sudamericano sub 17. Resultado que nos hace correr de espanto porque hasta hace unos 20 años jugábamos con infantiles y juveniles y ganábamos a los sextetos de mayores de algunas selecciones del continente como Uruguay, Chile, Colombia, Venezuela. Podía ser Argentina también.
Estamos hoy sumergidos en el quinto puesto en Sudamérica y no tenemos como remontar la diferencia con Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela. Todos andan mejor que nuestro voley que además no tiene futuro en el corto plazo.
Se anuncian elecciones en la FPV a fines del presente año concluyendo el ciclo olímpico, pese a que el COI no ha precisado si el proceso eleccionario también se corre un año como Tokio 2020.
Sería ideal que no se postergara. Necesitamos gente calificada para dirigir los destinos de un deporte que a pulso se ha ganado estar en cuidados intensivos.
