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Tratando de emular la huella de Carlos Rojas y Rojas dirigiendo el básket femenino en Paraguay, llegó a tierras asunceñas el profesor Conrado Pérez Olivos, un maestro afable y comunicativo, dedicado en gran parte de su vida al deporte escolar, a la educación física y concretamente a la natación, con clases exigentes, divertidas y llenas de reto por su sensibilidad para la enseñanza.
Conrado se había enterado que la selección juvenil de voley femenino estaría en la capital guaraní jugando el sudamericano (1981) y ya con algunos años allí aportando su experiencia en la práctica de los cuatro estilos, pensó que algún periodista peruano lo ubicaría pues su nombre ya gozaba de popularidad. Nosotros lo conocíamos desde el año 1963 cuando dictaba el curso de Educación Física en el Maristas San Isidro en tercero de secundaria.
De tal manera que no hubo valla alguna para reencontrarnos y saludarnos con el afecto de siempre. Pérez Olivos era un enamorado de su iniciativa que mucho tiempo después llevó al IPD (Instituto Peruano del Deporte) denominado “Deporte para Todos” que le valió permanecer en la entidad en condición de funcionario. Esa siembra obtuvo buena cosecha, a pesar que después hubo cambio de denominaciones a manos de otros personajes.
Pero nuestra amistad va más allá. Cuando “Gooolazo” se transmitía por Radio del Pacífico AM, Conrado participaba un par de veces por semana para hacer sentir la valía del deporte amateur, de alguna manera, muy distanciado del deporte profesional que si bien no recusaba miraba sólo de reojo. Un connacional que nutrió la natación paraguaya y que vivió agradecido de la oportunidad en ese país hermano.
