VARA DISTINTA

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Ray Sandoval está borrado de los registros de Sporting Cristal. Sus desórdenes alcohólicos en la madrugada del domingo, en pleno toque de queda, por añadidura en plena pandemia, terminaron con su carrera en uno de los clubes más serios del fútbol peruano. La directiva rimense le bajó el dedo casi de inmediato. No fue lo mismo lo ocurrido con Jean Deza en Alianza Lima, por similares desórdenes, porque se hicieron investigaciones y acciones dilatorias, hasta cierto punto innecesarias, para despedirlo luego de casi seis semanas. Las imágenes eran lapidarias. Dos casos que confirman que el jugador prefiere los senderos libertinos y jugar con la noche y el trago.Quien se salvó fue Nolberto Solano, asistente en el comando técnico del seleccionado nacional de mayores. Nol estuvo en un almuerzo prolongado, con bulla de altos decibeles, hasta horas superiores al antiguo toque que comenzaba a las ocho p.m., la denuncia de los vecinos ocasionaron que la policía de La Molina fuera por los fiesteros. Solano pasó unas horas en la comisaría.La vara es muy distinta, pero la falta es la misma. Sandoval, Deza y Solano se burlaron de las autoridades y las normas. No se dan cuenta que hay que cuidarse y cuidar a los demás. Estamos en pandemia. La diferencia es que Solano sigue en la selección porque tiene padrinos de mucho peso.

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