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Alfredo Thorne fue el primer Ministro de Economía y Finanzas del gobierno de PPK que está completando el actual presidente Vizcarra. Un tecnócrata sobrio, exento de filo político, tuvo días atrás declaraciones en torno a la pandemia y el terrible colapso en el rubro salud que sufre el país. La pregunta directa: en vez de tirar la casa por la ventana y hacer inversiones de unos 1,200 millones de dólares para los JJPP, porque esa cifra millonaria no se empleó en arreglar esta desgracia que es la salud pública.
Thorne no dudó un instante en contestar asegurando que a los pocos meses de instalarse el Consejo de Ministros, se discutió si convenía o no celebrar los Panamericanos en Lima. Explicó que hubo debate y pugna porque no todos los ministros se inclinaban a organizarlos.
Finalmente ganó el temperamento de realizarlos. Adujo dos razones: una, nunca el Estado se había preocupado por el deporte en el país y dos, se dejaría una infraestructura extraordinaria.
Lo segundo no necesita reiteración. Lo primero nos parece realmente válido y pone de manifiesto como nuestros gobernantes han mirado el deporte por sobre el hombro, porque jamás hubo intención de apoyar desde la niñez la práctica deportiva. Acaso no nos tocó vivir el retiro de los profesores de educación física en colegios públicos. Mucho menos en inyectar dineros frescos para hacer del deporte una política de Estado. Funcionó el sistema del “cuentagotas”.
Bajo esta premisa jamás construiríamos una canchita de fulbito o una losa deportiva !!!Siempre había sido lo mismo. Todos lo sabían. Lo que sucede es que nadie tuvo las agallas de decirlo así de claro. Nos imaginamos que los Panamericanos se habrían ido al traste si la crisis sanitaria ocurría el año pasado. La economía peruana no podría haber atendido ambos desembolsos. Y la prioridad la tenía por largo trecho la salud.
