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El país ha estado oyendo en las últimas semanas las exposiciones de dos personajes. Pedro Cateriano, quien no logró el voto de confianza de la representación nacional y Walter Martos que el pasado martes alcanzó la investidura ante el Congreso de la República. Es el nuevo premier, por lo tanto, el presidente del Consejo de Ministros. Estilos diferentes. Muy político el primero pero con poca muñeca, el segundo un militar en retiro mucho más sensible y humano.
Ambos tienen algo en común. Aprovechando la pandemia como si esta fuera una maldición eterna ni una sola palabra sobre el deporte en el país. Meses atrás Vizcarra dió luz verde al reinicio de la Liga 1. Pero eso es fútbol profesional. No está en el contexto del deporte que promueve el Estado a través del Instituto Peruano del Deporte. El balompié rentado está fuera de esa órbita.
Ya habíamos comentado como se asumió la organización de los Juegos Panamericanos del 2019, admitiendo que nuestras autoridades nunca miraron el deporte como un objetivo de Estado. Dicho esto por el ex Ministro de Economía Alfredo Thorne. Reconoció que fue la hora de la reivindicación. Ya pasó la fiesta y la borrachera. Cuándo vamos a mirar como atacamos desde lo más alto todo lo muchísimo que queda por hacer en el deporte. Cuándo ?
