El 26 de enero de 1978 es una fecha aciaga para el deporte paraguayo. Ya pasaron 43 años de aquel nefasto meteoro que destruyó la estructura que debia ser el techo del estadio Comuneros y terminó con la sepultura del mitico escenario deportivo.
En aquella lamentable jornada, un tornado precipitó a tierra la estrctura que empezaba a levantarse, quedando firme apenas un arco (como se ve en la foto).
Pese al largo tiempo transcurrido y a a casi medio siglo de vida nómada que debió soportar la Confederación Paraguaya de Básquetbol y por extensión los deportes que dejaron de contar con un escenario del porte del que fue expropiado, la actividad cestera ha continuado aunque ya no se pudieron repetir los titulos logrados cuando el coloso de Avenida Republica y 15 de Agosto existia, albergando dos hazañas continentales.
Hasta hoy, la INjusticia paraguaya, lamentablemente no ha resarcido tan infame despojo.
PEDRO GARCIA GAROZZO
