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Esta prolongada abstinencia de actividad deportiva en el mundo, todos embarcados por la pandemia que un día cede y el otro se arrepiente, ha originado que los principales medios hayan decidido dedicar parte de sus programaciones a traer al presente lo que fueron jornadas gloriosas décadas atrás, recordando con ello éxitos que ciertamente son pocos conocidos por las generaciones actuales.
Hablando claro. Si no estaríamos paralizados por la emergencia sanitaria nadie hubiera echado mano a tanto material que marcó épocas de oro y que está sirviendo para desasnar a miles de aficionados que hablan por lo que escucharon o leyeron sólo los titulares en un kiosko de periódicos, pero que a la hora de discutir son los primeros en postular posiciones sacrosantas.
Por eso es bueno lo que en esta franja en blanco de nuestras vidas nos lleve a revisar cosas que ocurrieron años A y nunca más reabrimos imaginando que nuestra memoria nos sería muy fiel. Tremendo error. Leer y releer, revisar recortes, reeditar grabaciones, analizar lo dicho, observar imágenes. Estamos de acuerdo con el juicio lanzado en ese momento ? Nos traicionó la juventud o el entusiasmo o acaso perdimos la objetividad ?
Es un período de reflexión según nos dice la calle. Son muchos los días y semanas que estamos en guardia, sin movernos, haciendo todo a control remoto, aburridos quizás, pero aceptando lo que nos toca. Nunca mandamos al archivo a quienes nos dieron grandes satisfacciones, o tambiénaquellos de la otra vereda. Descomunales derrotas que nos dejaron los ojos hinchados de pura vergüenza.
