ESCUELA DE DIRIGENTES

brunoesposito@telefonica.net.pe

No es ninguna novedad cuando apreciamos que nuestras instituciones deportivas no forman dirigentes. Hoy más que nunca necesitamos que lo hagan cuando ya tengan una base preliminar y, mejor aún, con alguna experiencia.

Eso ocurre desde tiempos inmemoriales porque nunca nos hemos preocupado de tener escuelas formativas, que bien podrían alentar el estudio académico así como la profesionalización de sus entusiastas alumnos.

Es cierto que hoy en día varias universidades del país promueven la Administración Deportiva como si se tratara de una ciencia, lo que en esencia significa darle un revestimiento sumario a quien no se dedicará a la dirigencia, sino más bien a la administración de un club social, de una institución o entidad deportiva. Ello no significa formar al individuo que se lanza a una función mucho más profunda y dirimente.

Medio siglo atrás no era nada raro que reconociéramos calidades en ciertas personas dedicadas de pe a pa a dirigir en el país, porque además de hacerlo por cariño y en muchos casos sin estipendios, representaban una generación de líderes en el deporte nacional.Pasar a hacer un listado de aquellos que merecen ser recordados podría llevarnos a una omisión por olvido o desconocimiento y eso consideramos sería una necedad, que no estamos dispuestos a sufrir porque no es justo ignorar a quienes han contribuído con el crecimiento deportivo del país, habiendo estado en el aparato público o en el ámbito privado.

Se trata de personas “todoterreno” que podrían desempeñar diversas responsabilidades, sabiendo que el buen criterio y el sentido común se abriría paso cada vez que tendrían que tomar una decisión. En la época no era frecuente escuchar acusaciones en su contra por actos de corrupción o pérdida de confianza, si es que eran nombrados por el Estado.

En el campo estrictamente profesional, por citar algo vigente, no se les habría ocurrido contratar jugadores cuando su club aún no tiene definido un director técnico. Lo que pasa hoy en determinados equipos es una suerte de condicionamiento desde el primer día de quien asuma la conducción del plantel, porque al momento que llega se encuentra con una lista de jugadores elegidos por los directivos.Y por cierto, la reacción del nuevo inquilino en casa, sólo el silencio placentero en muchísimos casos.

No sé como reaccionarían los viejos dirigentes, o los dirigentes de antaño, cuando tendrían la negativa de un comando técnico de aceptar intromisiones groseras e inaceptables como las que vivimos, sabiendo que esa no es su responsabilidad.

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