La noticia nos sorprendió con su lacerante impacto. Doña Isabel Di Galo viuda de Villalba, la madre del querido compañero Oscar Adán Villalba Di Galo, cerró los ojos con esa paz sublime reservada para los justos, que ya han cumplido su misión en la Tierra, como esposa, como madre, abuela y bisabuela.
Postrada por una afección que limitó en sus facultades locomotrices, dependiente en sus ultimos años de constante ayuda para el cumplimiento de sus básicas necesidades, tuvo una dependencia total de sus descendientes para sobrellevar esta carga.
Cada vez que le tocaba por las responsabilidades que el periodismo impone, viajar al interior o al exterior en alguna misión, Oscar primero buscaba la mejor manera de dejar todo organizado para el relevo en su rol diario de cuidado y atención de su madre, viendo que nada le falte y que todo esté en orden desde el amanecer y las primeras tareas de cuidar su baño y desayuno.
Así se fue a Pilar, provincia de Buenos Aires, para el seguimiento este fin de semana del mayor torneo de golf amateur de Latinoamerica, en el que cuatro paraguayos participaron y uno de ellos, Erich Fortlage, completó el recorrido en el sexto lugar.
Hallandose fuera de casa se produjo el deceso de su madre, cuyo corazón dejó de latir sin que haya existido una causa final de incidencia directa para ello, por lo que si bien su deterioro fisico era visible desde hace tiempo, con estoicismo y sin nuevas dificultades se conservaba estable y saludable.
Los restos de doña Isabel desde esta tarde son velados en el Salón San Blas, Mariscal López número 645 esquina Capitan Urbieta (a dos cuadras de Perú), de donde serán trasladados a las 15.00 para su cremacion en Jardin de la Paz en Lambaré.
Para el apreciado compañero Oscar (que supo cumplir y con creces como buen hijo brindandole todo su desvelo en vida a quien le dio la vida), para su esposa, hijos y nietos, así como hermanos y sus respectivas familias, nuestras condolencias y votos de cristiana resignación.