HOCKIN NO MERECE QUE TENGAMOS AMNESIA DEPORTIVA

Escribe: PEDRO GARCIA GAROZZO

El histórico nadador paraguayo Benjamín Hockin, completó esta mañana sus cuartos juegos olimpicos al nadar la distancia de 100 metros estilo mariposa, en eliminatoria que no pudo superar. Su marca fue de 54.81 y le permitió quedar séptimo en su serie que se adjudicó el ghanes Abeku Jackson con 53.39. Su puesto final fue el 36 entre 43 competidores.

A los 34 años de edad, posiblemente estos sean sus ultimos juegos, en los que se convirtió en el representante nacional con más presencias en los anales de las intervenciones olimpicas guaranies al lado de Ramon Gimenez Gaona y Leryn Franco que representaron al pais en tres ediciones diferentes. Pero con la particularidad de haber sido personalmente, competidor de cuatro ya que antes de intervenir por Paraguay en Londres 2012, nado por Gran Bretaña, el pais de sus ancestros paternos, en Beijing 2008.

Benji, por un factor natural y mas que comprensible, ya no es el de antes. Nadie absolutamente, ni Erico, ni Chilavert, ni Pelé, ni Maradona, pueden contra el tiempo. Y aún así, quienes sin conocimiento de causa, preguntan “por que no fue otro en su lugar”, les aclaramos que Benji sigue siendo el MEJOR del Paraguay, quien tuvo las mejores marcas internas requeridas para ser elegido nuestro representante y muy digno nuevamente, más allá de resultados.

El único que tiene derecho a perder la memoria de como hacer para ganar y batir records, es Benjamin Hockin, por una cuestión simple: paso y peso de los años. Nadie más y mucho menos quienes solo saben criticar y lanzar quejas infundadas, sin aportar absolutamente nada. Ellos y todos los deportistas paraguayos, no podemos olvidarnos del inédito podio panamericano en Guadalajara, de los titulos logrados en Odesur, Bolivarianos, Sudamericanos y los records nacionales. No podemos borrar de la mente y el corazón lo que representa esta límpida imagen de un deportista ejemplar, de un arquetipo para nuestros jovenes, para tantos seguidores de su ejemplo y entre ellos la misma nueva estrella que asoma en el firmamento de la natación paraguaya, Luana Alonso, a quien hoy Hockin ha sabido albergar en el club que ha fundado.

Hasta ahi se proyecta la figura y la imagen de un ídolo deportivo, de un luchador incluso fuera de las precarias piletas que vino a encontrar en el Paraguay despues de nadar en implantes de primer mundo como en Gran Bretaña. Como puede ser que nuestra amnesia mezquina que exige resultados y records sin ofrecer nada a cambio, pueda borrar la infatigable causa que enarboló para conseguir que por fin, despues de un cuarto de siglo, la inoperancia de nuestros gobernantes sacudeiera su modorra y finalmente decidiera completar la inconclusa obra de lo que hoy es el Centro Acuatico Nacional (CAN)?

Basta de criticas infundadas. Punto final, por favor al exitismo barato. Demos al Cesar lo que es del Cesar y a Hockin la gloria de ser, más alla de Tokio 2020 que puede ser su despedida, amo y señor del lugar más alto en el aprecio y la consideración de la natación paraguaya, despues del célebre Luis Gilberto Ruiz, el gran campeón del mundo de permanencia en el agua en los años 50, que desde donde esté, debe sentirse orgulloso de este digno sucesor como ídolo de una afición, no siempre justa en sus valoraciones y criticas.

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