Escribe: RODRIGO LOPEZ
La selección masculina de mayores venció con autoridad a su par de Bolivia por 77-49 en el partido que tuvo lugar en el CEO de Santiago de Chile. Ahora, espera por un triunfo del combinado local ante Nicaragua, en segundo turno, para acceder al Clasificatorio de las Américas para la Copa del Mundo FIBA 2023.
Más allá de las dos derrotas anteriores, los dirigidos por Juan Pablo Feliú habían mostrado un buen nivel de juego y peleado hasta la última pelota en ambos compromisos. Ante Bolivia, era momento de transformar esa sensación en realidad y plasmar su primera victoria en el certamen. Para cumplir el objetivo, los nuestros debían ganar por cinco o más puntos para poder ilusionarse con volver a la zona de élite del básquet continental.
Con esto en mente, los paraguayos demostraron mucha concentración y compromiso y lograron adueñarse del trámite del juego desde el salto inicial del mismo. En base a una defensa férrea y una excelente rotación ofensiva del balón, Paraguay dominó a su antojo el desarrollo del match desde el cuarto inicial. Los tiros de tres puntos fundamentales en este lapso para que la diferencia a favor supere la decena, con relación a los anotados por el rival.
A partir de allí fue todo de Paraguay. Bolivia confundió en momentos a los nuestros con una defensa zonal y corridas punzantes de su jugador ex NBA, Josh Reaves, pero estas situaciones fueron rápidamente controladas por la inteligencia de los guaraníes.
En la etapa complementaria las figuras individuales en filas paraguayas se agigantaron y potenciaron el rendimiento colectivo de la selección. Tanto Édgar Riveros (goleador del partido con 17 unidades) como Juan Bautista Poisson y Alejandro Peralta imprimieron energía a su juego, contagiaron a sus compañeros y, gracias a esto, extendieron la ventaja en el marcador a más de 20 puntos, liquidando prácticamente el partido.
La tranquilidad ayudaba a los nuestros a mejorar jugada a jugada y, al mismo tiempo, elevaba el nerviosismo en los contrarios que sentían como se les rompía el sueño de subir de categoría en el continente americano. En este contexto, el juego finalizó con una justa y necesaria victoria de la Albirroja que cumplió y, ahora, espera por otro resultado favorable en el encuentro de fondo.
Fue triunfo, contundente y categórico, de Paraguay que a pesar de las falencias y la falta de ritmo de competencia demostró mucho amor propio y actitud deportiva para cerrar el Grupo B de la mejor manera y con chances, reales y tangibles, de clasificar.
