brunoesposito@telefonica.net.pe.
Así como el baloncesto masculino hace algo más de 50 años puso al Perú entre los más destacados de Sudamérica, con una pléyade de valores rutilantes caso los hermanos Duarte, Lalo Airaldi, el Chino Vásquez, y en paralelo en la década de los 70 el femenino impuso condiciones logrando en Lima el título continental, hablar hoy de este deporte es quizás referirse al peor momento que atraviesa tan hermosa disciplina.
Todos los esfuerzos habidos y por haber han fracasado. Siempre hubo alguna excusa. O era la dirigencia incapaz, o sus jugadores representaban un pobre nivel, quizás también los entrenadores no servían, o la prensa no se dedicaba a exponer sus graves problemas, se demoró mucho en aceptar que la competencia local cayó en manos de un grupo de pillos, hoy denunciados y procesados por el Instituto Peruano del Deporte.
Gente que se ha beneficiado económicamente con el cuento de relanzar el básket, de las transmisiones televisivas en señal cerrada, del reparto de “utilidades” a los clubes participantes, fueron argumentos que tomaron cuerpo llenando los ojos de cándidos e inocentones, figura que hoy se replica sin rubor en las instancias que pretenden seguir medrando desde sus cargos.
Todo parece indicar que el virus se expandió rápidamente por cuando hace algo más de 15 años se jubiló la Confederación Sudamericana de Básket y se creó ASUBASKET, tras asestar cargos de corrupción a la dirigencia de aquel entonces, defenestrando a quienes habían ocupado esos cargos, pero sin abrir sus puertas para que se conociera más en detalle la verdad de la milanesa.
Finalmente el deporte ha pagado los platos rotos y el básket en el Perú no existe. Basta recordar que estamos suspendidos internacionalmente, la federación no tiene reconocimiento alguno porque está fuera del Registro Deportivo Nacional (RENADE) y, por lo tanto, no pudimos tomar parte en los Juegos Panamericanos del año pasado en nuestra ciudad capital. Para qué mas !!!
